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Sandler Training Monterrey | San Pedro Garza García, Nuevo León
 

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Puede que no recuerdes la primera vez que escuchaste la palabra “NO”; Después de todo, esa primera vez y las muchas veces que la escuchaste apenas eras un bebé.
A través de los años seguiste escuchando la palabra “NO” y eventualmente se arraigó en tu cabeza. Avancemos al presente. Ahora, ¿te sientes cómodo diciendo “NO” a alguien? Puede ser “NO” porque no estás interesado en su producto o servicio. Puede ser que “NO” quieras hacer algo, ir a algún lugar, o cualquier otra situación. Por alguna razón no nos gusta decir NO, y nos sentimos cómodos diciendo cosas como "déjame pensarlo ", "yo te llamo", "suena bien, pero quiero comentarlo con mi esposa” o “necesito presentarlo al comité".


Las excusas son infinitas. ¿Por qué nos sentimos incómodos siendo honestos y simplemente decir “NO”? Porque, simple y llanamente, no nos gusta el rechazo. Veámoslo desde la perspectiva de un vendedor. ¿Cuántas veces has escuchado a un prospecto decir que le encantó tu producto o servicio y veía claramente cómo les beneficiaría a ellos o a su empresa, pero te dio una excusa del porqué no podía comprarlo en ese momento?


¿Qué tal si fueras asertivo y, de una manera amable, le hicieras saber a tu prospecto que decirte “NO” estaría perfectamente bien? De hecho, estarías bien si te dijeran “NO”, y que no estarías interesado en oír una de las muchas excusas que los vendedores reciben siempre. ¿No te sentirías mejor sabiendo hoy que no habrá negocio en lugar de creer que obtendrás la venta, aún a pesar de que tu intuición te dice que no hay interés?


Veámoslo fuera del ambiente laboral. En lugar de decir “NO”, todos hemos dicho algún tipo de excusa. Podemos dar una excusa porque no queremos herir los sentimientos de las personas al ser completamente honestos. ¿No es una forma extraña de conducir nuestra vida? Sabemos que no estamos interesados; sin embargo, sentimos que tenemos que proteger a nuestra familia y amigos de decirles nuestro parecer real. Es interesante cómo creemos que necesitamos evitar herir a nuestra familia y amigos. ¿Es el hecho de que tenemos un deseo tan fuerte de ser queridos la razón por la que no queremos "agitar las aguas"? ¿Cómo superar esta aversión a decir “NO”?


En primer lugar, tenemos que averiguar por qué estamos tan incómodos, lo que puede tomar algo de entrenamiento y autoanálisis. Lo siguiente es aprender a decir “NO” a las pequeñas cosas que no tienen un gran impacto. Un buen lugar para practicar esto es con esas llamadas que todos recibimos a las 8 PM, justo cuando estamos por comenzar a cenar. No conocemos a la gente que llama y no nos conocen, así que, ¿por qué no ser valiente y simplemente decir NO?


Una de las cosas más interesantes de no querer decir “NO” es que somos los que al final terminamos siendo afectados. ¿Cuántas veces como vendedor has terminado una reunión con "llámame la semana que viene" por parte del prospecto, y cuando llamas… la persona ha desaparecido, no contestan tus correos electrónicos ni devuelven tus mensajes de texto? Piensa en tu vida personal. ¿Alguna vez has intentado planificar una cena donde es importante saber si alguien asistirá o no y algunos te dijeron… “tal vez” o “yo te confirmo”? Lo que no sabías de estos últimos es que no tenían intención de venir a cenar, pero simplemente no tuvieron el valor de decirte “NO”.
¿No sería mejor si la gente estuviera más cómoda con la palabra “NO”? Como vendedor, hazle saber a las personas que pueden decirte “NO”, esto ayuda inmensamente porque pone a los dos en una situación cómoda. Hazlos felices al decirles "no habrá problema si me dicen ´NO´". Esto seguro logrará una sonrisa.


Te propongo un desafío para los próximos 30 días, cada vez que desees presentar una excusa, en lugar de decir NO, respira hondo y simplemente di “NO". ¿Qué es lo peor que te puede pasar?


Te deseo buenas ventas.

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